El collar de Sol y Luna, estamos hechos de historias...
- anahope
- 16 mar 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 29 abr 2022
"Si eres quien encontró y devolvió un collar de sol y luna en este mismo árbol, por favor llámame. Este collar es muy valioso para mi y lo recuperé gracias a ti. ¡Por favor, quiero conocerte e invitarte un café o un buen vino!"

Ese era el texto de la nota que encontramos colgada en un árbol cuando caminábamos entre los árboles. No pudimos evitar detenernos a leerla e imaginar la historia detrás de ese mensaje.
¿Quién habrá colgado el collar en el árbol para que su dueña pudiera verlo y recuperarlo?
¿Qué significado tan importante tendría el collar para quien regresó a buscarlo? Siendo que regresó, con muy remotas posibilidades de encontrarlo en medio del bosque en el que seguramente caminó por largo rato antes de perderlo.
La vida está llena de historias. Historias que surgen a partir de pequeños detalles que hacen volar a nuestra mente y recrear imágenes que nos ayudan a darle sentido a lo que acabamos de ver, oír, sentir o percibir en general con todos los sentidos a la vez.
Yo en lo particular, soy amante de recrear esas historias. Después de haber leído a nota en el árbol la historia que mi mente recreó comenzaba con el encuentro de estos dos personajes que compartían un gusto común, las caminatas.
El objeto perdido era el último regalo que ella recibió de su abuela. Cuando recibió el regalo, su abuela tomó sus manos y al darle el objeto le dijo: "Mi niña, este collar de sol y luna representa la unión, el amor, la dualidad y el equilibrio. Cuando te sientas perdida, triste o sola, sal a caminar en la naturaleza y cuándo estés en un lugar tranquilo, tómalo en tu mano, míralo con atención, y cierra después tus ojos. Escucharás mi voz que viene desde tu corazón".
La otra chica, quien encontró el collar, caminaba sin rubo queriendo alejarse del bullicio de la gente. Quería encontrar la paz que la naturaleza siempre le brindaba. Era uno de esos días en que se sentía muy triste, desesperada y ansiosa. Quería llorar, gritar, correr hasta cansarse y luego, encontrar un espacio tranquilo y apacible en dónde descansar hasta que los sentimientos se regularan un poco.
En su camino vio en el suelo un brillo muy particular que llamó su atención y se acercó hasta el objeto que titilaba. Tomó el collar en la mano derecha y lo observó. Al darle vuelta había una inscripción que decía "no estás sola, yo estoy contigo". Una sonrisa apareció en su rostro, y recordó que su madre siempre le decía lo mismo cuando ella estaba pasándola mal. "No estás sola, mi niña, siempre estoy contigo".
Un suspiro hondo y profundo la hizo levantarse y con una mirada al cielo dijo: "gracias". Llevó el collar hasta un la rama que colgaba justo a la altura de sus ojos, lo colgó y le dio dos vueltas para asegurarse de que no cayera. tocó la rama y cerró los ojos para decirle al árbol: ahora es tu turno, asegúrate de mostrarlo a su dueña cuando venga a buscarlo y dile que su collar me ha recordado mi madre.
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Ahora vas tú, ¿qué sigue en la historia? Ellas están por encontrarse en el café del parque y ambas van con una cosa muy importante que quieren decir: "Gracias".
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